viernes, 22 de septiembre de 2017

Las llaves























Hace algún tiempo me he visto inmersa en situaciones que tenían que ver con las llaves y ya sea por mi curiosidad innata, por deformación profesional o por aquello de la sincronicidad, llegó un momento en que no tuve más remedio que indagar y meditar sobre el simbolismo de las llaves en este momento de mi vida para tratar de entender lo que estaba pasando, si es que había una explicación posible, más o menos subjetiva.

Un día se me olvidaron las llaves donde no debía, afortunadamente alguien atento y honrado las recogió y amablemente me las devolvió, al poco tiempo se me cayo el llavero con todas mis llaves por el hueco del ascensor, teniendo que recurrir a unos vecinos y finalmente aun técnico que amablemente me resolvió el problema, pasados unos días se cambiaron las llaves de unas puerta comunes, tuve que  deshacerme de varias llaves que ya no  servían y por último, al ir a  recoger el correo se me rompió la llave del buzón! Demasiadas coincidencias en poco tiempo, como para que no resonara en mi mente un timbre de alarma.

Desde la perspectiva simbólica se entiende que la llave es un principio que nos permite alcanzar cierto conocimiento. Cuando soñamos con llaves surgen muchas interpretaciones, sujetas siempre a nuestra propia situación,  experiencia y crecimiento personal. Esencialmente cualquier situación  en la que esté en juego una llave se asemeja a una necesidad de poder o de control, ya sea de controlar o reforzar algún aspecto de nuestra vida que sentimos se nos escapa y nos produce un profundo sentimiento de desamparo, si perdemos la llave, por ejemplo. Si nos la entregan, la encontramos o adquirimos una nueva puede reflejar la necesidad de asumir nuevas responsabilidades.

Resumiendo, después de juntar todas las piezas entendí que estas situaciones de perdida de llaves que no habían tenido serias consecuencias, gracias a las ayudas recibidas, me estaban dando un serio toque  para volver a centrarme, a retomar el control de mi vida, que lleva un tiempo a la deriva, con las nuevas llaves que me entregaron me señalaban la necesidad de abrir nuevos caminos aprovechando mis conocimientos y poner al día mis contactos y comunicaciones que andaban tan oxidadas como la llave que se me rompió en el buzón.

Me ha parecido oportuno compartir esta experiencia por si os ocurre, que tengáis una guía para poder sacar algún provecho de estos avisos que a veces nos manda el Universo para orientar nuestra vida.
Suerte.

Françoise Mascaraque


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